Viendo la realidad de la vida, me doy cuenta que no todo lo que se quiere se tiene, no todo lo que se ama, se puede amar, en fin siempre hay una piedra en el zapato, si es de cosas materiales, están afuera de nuestro alcance, si son amores ya tienen dueño o no son correspondidos, es difícil aceptarlo pero la vida es así, difícil, solo basta con ver que es lo primero que hacemos al nacer, "LLORAR", sera un instinto o un presentimiento de lo que nos espera al venir a este mundo.
Un mundo cruel pero bello, que te enseña cosas, que te hace sentir muchos y diferentes sentimientos, donde ríes, lloras, te deprimes, te animas, te caes, te levantas, pero de todo eso con un propósito, siempre queda algo bueno, una enseñanza, un recuerdo, una cicatriz.
Yo me pregunto, ¿como sería la vida sin todo esto? Seria plana y aburrida, por eso la vida es un mundo cambiante, con altos y bajos, pero lo importante es que aprendas algo.
Yo por ejemplo, he aprendido que la falta de una persona no mata, al contrario, Dios te manda una mejor a sustituirla, que el tener un impedimento "físico", no me hace tenerlo mental, hay personas que son físicamente buenas, pero discapacitadas mentalmente, que esa diferencia no te impide soñar, te hace más fuerte cada día.
Que un teléfono no te da actitud, la da tu valor para vivir la vida, luchar por lo que deseas, nunca darte por vencido.
Una vestimenta no te da actitud, esa se forja día a día, obstáculo superado tras obstáculo superado.
La cantidad de amigos no te hace ni más ni menos, lo que importa es el valor moral que te des tu mismo.
Que un halago no te debe subir a las nubes, porque un error te baja a la tierra si es que no más abajo.
Que una joya no te hace valer más, tu humildad te da tu propio brillo.
Que tu madre es el más grande tesoro que te ha dado Dios, aunque no le damos el valor que se merece,
pero que nunca pierde su valor original, nunca se devalúa, y que nadie te puede robar.
Y lo más importante, que hay un Dios que detrás de todo, siempre esta a tu lado, y si caes te levanta, si te da un motivo para llorar te da miles para sonreír.
Cuando tu corazón quiera llorar, llora, limpia tu alma de toda impureza, si la razón te dice basta, y tu corazón sigue, ¡sigue!, que Dios no esta en la mente esta en el corazón, y el siempre tiene la razón.
Nunca te arrepientas de lo no hiciste o de lo que hiciste, ya no hay marcha atrás, mira para delante, recuerda el pasado, disfruta el presente, y del futuro que se encargue Dios.
